Masa Explosiva

La industria química tuvo sus comienzos hacia principios del siglo XIX con la obtención industrial, hasta entonces desconocida, del ácido sulfúrico y de la sosa Leblanc.

Al iniciarse el siglo XX, se obtiene por síntesis el amoniaco, y a partir de éste por oxidación, el ácido nítrico. Estos productos son los básicos para la obtención de todos los compuestos de la química inorgánica, y primordialmente en las operaciones de la química orgánica.

Las sustancias explosivas pueden ser un compuesto definido, como en el caso de la nitroglicerina, o una mezcla de diferentes sustancias, como la pólvora negra. Atendiéndose a sus características químicas.

Las pólvoras propulsivas o balísticas empleadas para la propulsión de proyectiles actúan por deflagración, mientras que los detonantes actúan por detonación, este es el proceso ínter o intramolecular caracterizado por la zona de reacción química, existente en cada instante entre el explosivo en su estado físico inicial y los productos finales de la descomposición, se desplaza por intermedio de un frente de onda de choque a una velocidad muy elevada que no depende de la presión sino de la energía liberada.
Se denominan explosivos primarios aquellos que explosionan por si mismo, y explosivos secundarios a aquellos que para hacerlo requieren la explosión previa de uno primario que desencadene la explosión.

Los explosivos pueden tener un aspecto externo en forma escamas, moldeables, cristalizadas, granulados, conformados compactos, líquidos, etc.

Los explosivos en general se emplean, además de con fines bélicos, en las obras de ingeniería civil y minería, explotaciones a cielo abierto, como las canteras, en la puesta en marcha de pequeños mecanismos v en el arranque de grandes motores térmicos.

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