Prescripciones Ante El Deterioro De Embalajes

Como consecuencia de un almacenamiento o manipulación inadecuados, puede ocurrir la rotura de los envases o embalajes de explosivos o accesorios, derramándose estos sobre el suelo o sobre la caja del vehículo.

1. Si el explosivo derramado es de tipo gelatinoso (Gomas y explosivo de Seguridad 9), la recogida de la carga derramada es sencilla, ya que, por su consistencia pastosa, no se "derrama". Basta efectuar una cuidadosa recogida manual, depositando el material en bolsas o cajas no porosas, para su posterior destrucción, en su caso, de acuerdo con las normas establecidas.

La parte que haya quedado sucia, tanto si la mancha está sobre el suelo duro, cemento o asfalto, como sobre madera, se limpiara cuidadosamente, hasta que no se aprecie resto alguno de explosivo, con un trapo limpio y seco, regando finalmente dicha mancha con abundante agua. En el caso de que la mancha presentara un aspecto marcadamente húmedo o exudación, para su limpieza sé proceder de acuerdo con las normas del apartado 8.

Los envases y embalajes rotos o deteriorados se recogerán cuidadosamente en bolsas o sacos para proceder, en su momento, a su adecuada destrucción.

2. Si el explosivo derramado es de tipo pulverulento (Amonita, Ligamita y Explosivo de Seguridad n" 20 SR) es preciso disponer, para la recogida de la carga derramada, de una escoba de palma o de raíces blandas (nunca de plástico) y de un recogedor o paleta de madera o, a falta de este, puede emplearse para esta función un trozo de cartón duro. Se barrerá cuidadosamente la carga derramada depositando el material recogido en cajas o bolsas no porosas, para su posterior destrucción, en su caso, de acuerdo con las normas establecidas.

La parte que haya quedado sucia, tanto si la mancha esta sobre suelo duro, cemento o asfalto, como sobre madera, sé limpiara cuidadosamente con un trapo limpio y seco, hasta que no quede rastro alguno de explosivo, regando finalmente dicha mancha con abundante agua.

En el caso la mancha presente un aspecto marcadamente húmedo o exudación, para su limpieza se procederá dé acuerdo con las normas del apartado 8. Los embalajes rotos o deteriorados se recogerán cuidadosamente en envases para proceder, en su momento, a la adecuada destrucción.

3. Si el explosivo derramado es de tipo hidrogel o "papilla" (Riogel y Emulsión), la recogida de la carga derramada se efectuara utilizando una escoba y un recogedor, no metálicos. Se barrera cuidadosamente la carga derramada, depositando el material recogido en cajas o bolsas no porosas para su posterior destrucción, en su caso, de acuerdo con las normas establecidas.

La parte que haya quedado sucia, tanto si la mancha está sobre suelo duro, cemento o asfalto, como sobre madera, se limpiara cuidadosamente, hasta que no se aprecie resto alguno de explosivo, con un trapo limpio empapado en agua, regando finalmente dicha mancha con abundante agua.

Los envases o embalajes rotos o deteriorados se recogerán cuidadosamente en bolsas o sacos para proceder, en su momento, a la adecuada destrucción.

4. Si el explosivo derramado es de tipo granular (Nagolitas), la recogida de la carga derramada se efectuara utilizando una escoba y un recogedor, no metálico. Sé barrera cuidadosamente la carga derramada, depositando el material recogido en cajas o bolsas no porosas, para su posterior destrucción, en su caso, de acuerdo con las normas establecidas.

La zona sobre la que se ha derramado la carga, tanto si es suelo duro, cemento o asfalto, como si es de madera, se regara finalmente con abundante agua.

Los envases y embalajes rotos o deteriorados se recogerán cuidadosamente en bolsas o sacos para proceder, en su momento, a su adecuada destrucción.

5. Si el material derramado es una pólvora (pólvora PSB, pólvora de mina o pólvora negra de caza), deberá humedecerse ampliamente el material derramado con anterioridad a su recogida, haciendo un barriendo con precaución, usando una escoba de palma y un recogedor o paleta de madera o cartón. El material recogido se depositara en bolsas o cajas no porosas para su posterior destrucción, en su caso, de acuerdo con las normas establecidas.

La parte que haya quedado sucia, tanto si la mancha esta sobre suelo duro, como sobre madera, se regara intensamente con agua abundante.

Los envases y embalajes rotos o deteriorados se recogerán cuidadosamente en bolsas o sacos para proceder, en su momento, a la adecuada destrucción.

6. Si la rotura se ha producido en un envase o embalaje de detonadores, tanto eléctricos como de mecha, con caída de estos al suelo del vehículo o almacén bastara recogerlos con cuidado manualmente, evitando que se golpeen unos contra otros o contra puntos duros.

En el caso de los detonadores de mecha, puede haberse desprendido algo de la carga (Nitruro, etc.), debiéndose entonces recoger el polvillo existente con un trapo empapado en aceite de maquina corriente. Si la cantidad de polvillo observada fuese importante, se mezclara con abundante serrín empapado en aceite, barriéndose con una escoba de palma y un recogedor de madera. Tanto en el caso de utilizar un trapo aceitado como serrín, se guardara en una bolsa no porosa para su posterior destrucción.

7. En el caso de rotura de envases de mecha lenta o cordón detonante, no existe más riesgo que la posibilidad de caída de polvo del núcleo de estos artificios: Pólvora o Pentrita. En este caso, se procederá según lo indicado en el punto 5.

8. Un almacenamiento prolongado y sin las debidas condiciones térmico-ambientales, puede dar lugar, aún sin llegar a las fechas de caducidad, a un deterioro de la sustancia de los explosivos por absorción de la humedad ambiente, disolviendo ésta, los componentes solubles de la sustancia, dando lugar a separaciones moleculares y posibles exudaciones.

Este deterioro suele motivar el humedecimiento de las cajas de embalaje y, al final, la contaminación del suelo del almacén, que puede ser de cemento especial o de madera. Siendo de madera, esta se impregna de la disolución de las sales y de la nitroglicerina-nitroglicol, que puede ser arrastrado, a pesar de estar gelatinizado.

Se deben retiraran las cajas con síntomas de humedecimiento o exudación para su posterior destrucción.

El suelo impregnado debe tratarse de la siguiente forma:

- Si se aprecia únicamente humedecimiento, se limpia mediante una esponja empapada en una solución especial, la cual disuelve perfectamente la mezcla de nitroglicerina-nitroglicol, si es que existe.

- Si se ha formado una pequeña concentración de líquidos entre la disolución y la mezcla de nitroglicerina-nitroglicol, en primer lugar se echa sobre la referida concentración una cantidad de serrín fino o celulosa, con el fin de absorber todo el líquido existente. Seguidamente se limpia mediante la esponja empapada en la solución especial.

9. Al igual que las tarimas de los polvorines, se deben barrer las cajas de los camiones que transportan explosivos, utilizando escobas de palma, recogiendo todas las barreduras en saquetes para su posterior destrucción.

Si ha existido exudación, se procede a la limpieza tal como ha quedado dicho en el punto 8.

Elementos de limpieza

En todo vehículo dedicado al transporte de explosivos debe contarse con los siguientes materiales de limpieza:

  • Escobas de palma o de raíces blandas.
  • Cepillos de raíces finas o blandas.
  • Recogedor de madera (pala de madera o aluminio).
  • Solución alcohólica de sulfuro sódico (2,5 L.de agua, 2,5 L. alcohol metílico y 500 cc de sulfuro sódico).
  • Esponja natural (no de plástico).
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